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15 de Enero de 2013

Diagnóstico de intolerancia a la lactosa en adultos

Muchos pacientes relacionan sus síntomas digestivos con la ingesta de lácteos. Para diagnosticar intolerancia a la lactosa (IL) debe demostrarse su mala absorción (MAL) en el intestino delgado1, la que habitualmente se debe a la disminución de la actividad de lactasa (lactasaphlorizin hidrolasa) en el ribete en cepillo de los enterocitos (hipolactasia). Este déficit enzimático puede ser adquirido (secundario) o genético (primario), siendo este último mucho más frecuente.

Los niños (como los recién nacidos de cualquier mamífero) expresan alta actividad de lactasa. En una proporción variable de la población, luego del destete se produce una reducción genéticamente programada en su síntesis, que determina hipolactasia del adulto2. La no persistencia de lactasa (NPL) condiciona que la lactosa alcance el colon donde, al ser metabolizada por las bacterias colónicas, puede generar dolor abdominal, diarrea y meteorismo, aunque la mayoría de los sujetos NPL son asintomáticos. La persistencia de actividad de lactasa (PL) en el adulto es una característica hereditaria dominante, adquirida evolutivamente…

Revista Médica de Chile 140 (9): 1101-1108, sept. 2012