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4 de Enero de 2016

Ébola: caracterización, historia y manifestaciones cutáneas; lo que debemos saber.

Introducción: El virus del Ébola (VE) se encuentra entre los patógenos más virulentos de los seres humanos, causando una enfermedad grave que se asemeja a un shock séptico fulminante. La tasa de letalidad en la epidemia actual de la enfermedad del VE en África Occidental ha sido estimada en aproximadamente 70%. El virus es transmitido al ser humano por animales salvajes y se propaga en las poblaciones humanas por transmisión de persona a persona.

Características: Es un virus ARN de cadena simple no segmentada de polaridad negativa que pertenece a la familia Filoviridae, esta familia tiene dos géneros el Ébola y el Marburg. El nombre Ébola se debe a un río del noroeste del Congo. El ciclo del VE en la naturaleza todavía no está claro. Se sabe que afecta a ciertos primates grandes y a los murciélagos. Se asume que los murciélagos son portadores sanos y éstos infectan a los monos. Los seres humanos cazan en el bosque y son contaminados al comer carne de animales silvestres infectados, por contacto con monos o por el consumo de murciélagos.

Historia: Desde su descubrimiento en 1976, en la República Democrática del Congo (ex Zaire), hasta este brote se han producido 24 brotes, con 2.387 casos y letalidades entre 30% y 90%. En marzo de 2014 se descubrió que el VE era el agente etiológico detrás de un brote de una enfermedad altamente letal que se había iniciado en Guinea en diciembre de 2013.

Diagnóstico: Los primeros síntomas pueden simular una gripe, malaria, fiebre tifoidea, hepatitis fulminante, sepsis, salmonelosis no tífica, varias formas de encefalitis, fiebre del dengue, fiebre amarilla, fiebre de Lassa, Marburg y otras enfermedades hemorrágicas. Los síntomas hemorrágicos se pueden confundir con leucemia aguda, lupus eritematoso, púrpura trombocitopénico trombótico o idiopático, y el síndrome urémico hemolítico, entre otros.

Tratamiento: El tratamiento es de soporte, principalmente se trata con hidratación endovenosa para evitar el shock. En el pasado, las tasas de mortalidad han superado 50% y han alcanzado 90%; actualmente la tasa de letalidad es de 35%. No hay vacunas contra la VE. Se están probando varias, pero ninguna está aún disponible para uso clínico.

Conclusión: El VE es un virus altamente contagioso y de alta mortalidad. El contagio es a través de fluidos, contacto con objetos infectados y animales portadores. Por lo general, se producen entre el 2º y 7º día después de la aparición inicial de síntomas y pueden estar presentes durante la convalecencia. Es importante conocer las normas de manejo en caso de existir un caso sospechoso. No está disponible una terapia específica aprobada para el tratamiento de esta enfermedad.

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Fuente: Rev. Méd. Chile. 2015;143 (11). Santiago de Chile.