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5 de Agosto de 2013

El gran europeo Georg Friedrich Nicolai: médico y pacifista. Berlín, Alemania, 1874 – Santiago, Chile, 1964

Amediados de la década de 1980, en la búsqueda de información acerca de los problemas éticos generados en la práctica médica y en la salud pública en situaciones caracterizadas por la ausencia de democracia política, como las que experimentaba Chile en esa época, encontré un artículo en Lancet del año 1986 relacionado con estas materias1. Su autor criticaba el servilismo de la profesión médica alemana hacia el nazismo, servilismo que con raras excepciones hiciera que se atropellaran los principios éticos más elementales de su actividad y que coronara en su entusiasta y criminal colaboración con el Holocausto y la eliminación física en masa de eslavos, disidentes políticos y enfermos mentales1. Al leer al autor dando las razones históricas que, según él, explicarían esta situación, algunas de las cuales se remontarían a la época de la Primera Guerra Mundial, encontré en su análisis el nombre del médico y científico Georg F. Nicolai1. Según el artículo, G.F. Nicolai, junto con A. Einstein, W.J. Foerster y O. Bueck, todos profesores de la Universidad de Berlín, habían sido los únicos intelectuales alemanes que se habían opuesto de manera pública en su “Llamado a los Europeos”, a la participación de Alemania en la Primera Guerra Mundial, en 1914. Llamado que fue una respuesta al famoso “Manifiesto de los 93” que justificó la entrada de Alemania a la Guerra y la invasión de Bélgica1-4. El valor y la visión de Nicolai y de Einstein para oponerse al “Manifiesto de los 93” se aprecia al leer la lista de los firmantes de este último, ya que ellos representaban la flor y nata de la cultura e intelectualidad alemanas, destacándose entre ellos los médicos y científicos Röntgen, Waldeyer, von Behring, von Wasermann, Neisser, Ehrlich, Fisher, Haber, Otswald y Plank. La subordinación mayoritaria de la profesión médica alemana a los dictados del nazismo, desde 1933 a 1945, según el autor del artículo seria la continuación lógica del apoyo irrestricto de la mayoría de la intelectualidad alemana a la política belicista de Alemania desde la Primera Guerra Mundial1.La lectura del nombre de G. F. Nicolai me trajo recuerdos de una clase de psiquiatría de comienzos de primavera en el Hospital Psiquiátrico de Santiago, a mediados de la década de 1960.

Fuente: Rev Med Chile 2013; 141: 535-539

http://www.scielo.cl/pdf/rmc/v141n4/art17.pdf