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3 de Abril de 2013

Influencia del estado nutricional, niveles hormonales séricos e historia familiar de cáncer en el desarrollo del cáncer de mama

Diferentes estudios han intentado verificar una posible relación entre la obesidad y el desarrollo precoz de ciertos tipos de cáncer como el de mama1. En el caso de los tumores malignos de mama, la existencia o no de antecedentes familiares de cáncer de mama, constituye un factor relevante a tener en cuenta2,3. Así, según datos del estudio desarrollado por Lancaster (2005)4, hasta 18% de las mujeres obesas con cáncer de mama tenían antecedentes familiares de este tipo de cáncer. De acuerdo con Maheu y cols (2008)5 y Qiu y cols (2010)6 serían las mutaciones de los genes BRCA-1 y BRCA-2 las responsables de gran parte de los casos con patrón hereditario familiar.

No obstante, los desórdenes metabólicos y hormonales secundarios a estados de obesidad parecen ser los responsables últimos del incremento en la prevalencia de neoplasias mamarias malignas en mujeres obesas7,8. Según esto y de acuerdo con Veronesi y cols (2005)9, el incremento de adiposidad corporal tan necesario para la llegada de la primera regla así como la elevación de los niveles hormonales que de ello resultan, van a constituir factores de riesgo cruciales para el desarrollo precoz de cáncer de mama entre mujeres. En este sentido, el riesgo de padecer cáncer de mama se multiplica para aquellas mujeres que a edades tempranas se muestran obesas10.

Con respecto a la acción de dichas hormonas, se ha descrito una asociación estadísticamente significativa entre niveles séricos elevados de estrógenos en mujeres obesas y el desarrollo precoz del cáncer de mama11. Si bien, existen controversias sobre si esta misma cuestión sucede de igual forma con hormonas como la prolactina o la progesterona12,13.

Las mujeres obesas poseen un riesgo mayor de padecer cáncer de mama después de la menopausia comparado con aquellas mujeres no obesas14. Esto parece tener su explicación en los altos niveles de estrógenos circulantes en las mujeres obesas14. En aquellas mujeres obesas posmenopáusicas los niveles de estrógenos son entre 50-100% más elevados que entre las mujeres delgadas15. No debemos olvidar que antes de la menopausia, los ovarios son la fuente principal de estrógenos aunque también el tejido adiposo. Después de la menopausia, los ovarios dejan de producir estrógenos convirtiéndose pues el tejido adiposo en la principal fuente de esta hormona. Luego aquellos tejidos que como el parénquima mamario son muy sensibles a los estrógenos, quedan expuestos a un mayor estímulo hormonal en las mujeres obesas16. Esta circunstancia lleva a un riesgo mayor de desarrollar una neoplasia y en su caso a un crecimiento más rápido de tumores hormono-dependientes, fundamentalmente de los estrógenos, progesterona y prolactina17. Teniendo en consideración todo lo anterior, el objetivo de este trabajo fue comprobar la existencia de una relación significativa entre el estado nutricional de las pacientes, sus niveles séricos de estrógenos, progesterona y prolactina, la existencia o no de antecedentes familiares de cáncer de mama y cómo todo ello influye en un desarrollo precoz del cáncer de mama.

Fuente:  Rev Med Chile 2012; 140: 1263-1267

http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872012001000004&lng=es&nrm=iso&tlng=es